Alicia Villarreal continúa colaborando con las autoridades tras denunciar a su esposo, Cruz Martínez, por violencia intrafamiliar. La cantante recibió la visita de la Fiscalía en su casa de Monterrey.
La denuncia que Alicia Villarreal interpuso contra su aún esposo, Cruz Martínez, por presunta violencia intrafamiliar continúa su curso, después de que la cantante ratificara y ampliara su declaración el pasado 19 de febrero debido a esta grave situación.
Según informó el programa Ventaneando, la intérprete de “Insensible a ti” recibió el miércoles 26 de febrero la visita de sus defensores legales en su domicilio en el sector Cumbres de Monterrey.
La periodista detalló que fue doña Marta Esparza, madre de Alicia, quien recibió a los abogados en la entrada de la casa. Minutos después, el personal de la Fiscalía especializada en feminicidios y delitos contra las mujeres llegó al lugar para continuar con la investigación del caso.
Durante el encuentro, los fiscales entrevistaron nuevamente a Alicia Villarreal para ahondar en los hechos ocurridos la madrugada del 16 de febrero.
La cantante explicó que, esa madrugada, se dirigió a su recámara y se aproximó al clóset, momento en el que Cruz Martínez, quien estaba escondido, la agredió físicamente y la amenazó por una publicación que ella había hecho. Además, le quitó dos teléfonos celulares con la intención de mantenerla incomunicada.
Tras la agresión, Alicia logró escapar y se dirigió a una oficina cercana, donde pidió ayuda, mencionando que su esposo también le había sustraído su pasaporte, identificaciones y tarjetas bancarias.
En el programa también se nformó que, tras ratificar su denuncia, las autoridades le proporcionaron a Alicia Villarreal protección permanente para evitar cualquier otro incidente de violencia.
La periodista Rosario Murrieta aclaró que, aunque Alicia había realizado la denuncia poco después de la agresión, decidió hacer la señal internacional de auxilio contra la violencia de género durante su concierto debido al temor de que Cruz Martínez pudiera agredirla nuevamente antes de recibir la protección necesaria de las autoridades.
Fuente: Excelsior