Una alianza de 12 estados de Estados Unidos lanzó ayer un desafío legal a los aranceles impuestos por Donald Trump
WASHINGTON.
Una alianza de 12 estados de Estados Unidos lanzó ayer un desafío legal a los aranceles impuestos por Donald Trump, pues sus líderes demócratas consideran que el presidente no puede imponerlos sin aval del Congreso.
El grupo, que incluye a Arizona, Oregón, Nueva York y Minnesota, retomó así una táctica lanzada por California.
“El demencial plan arancelario del presidente Trump no sólo es imprudente desde el punto de vista económico, también es ilegal”, expresó en un comunicado el fiscal general de Arizona, Kris Mayes.
De acuerdo con la demanda presentada, la ley de 1977 que invocó el multimillonario republicano no le permite utilizar medidas de emergencia para imponer aranceles, un poder que la Constitución estadounidense atribuye al Congreso.
“Al arrogarse la autoridad de imponer aranceles sustanciales y siempre cambiantes a todos los productos que entren en Estados Unidos que él elija, por cualquier razón que considere oportuna para declarar una emergencia, el presidente alteró el orden constitucional y sumió la economía estadunidense en el caos”, detalló el documento presentado ante la Corte de Comercio Internacional de Estados Unidos.
Trump afirma que, a largo plazo, su política proteccionista traerá de vuelta la producción industrial a Estados Unidos.
La semana pasada, el estado de California impugnó ante los tribunales los aranceles impuestos por Trump.
Su gobernador Gavin Newsom comparó las tarifas con “el peor autogol de la historia de este país”.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha hecho caer las bolsas mundiales al cuestionar décadas de libre comercio.
Lanzó una guerra comercial contra China e impuso aranceles de 10% a productos de decenas de países de todo el mundo.
Trump afirma que, a largo plazo, su política proteccionista traerá de vuelta la producción industrial a Estados Unidos.
Pero, a corto plazo, está creando una gran incertidumbre y es probable que provoque un aumento de los precios y la pérdida de puestos de trabajo.
Fuente: Excelsior