Asegura cronista municipal que los incendios forestales acabaron con infinidad de cactus pitahayeros en la región.
NOGALES, Sonora.- Aunque todavía no concluye la temporada “pitahayera” en Carbó, este año hubo más baja producción y de menor tamaño -la más grande pesó 200 gramos durante la “Feria de la Pitahaya 2023”-, manifestó Guadalupe Peralta Fontes.
Y se teme que el próximo 2024 haya todavía menos pitahayas porque hubo una gran cantidad de incendios forestales que acabaron con muchísimas de estas plantas cactáceas, resaltó la cronista municipal de Carbó, durante una visita a Nogales.
“En contraparte, viendo el lado positivo, la cosecha de pitahaya se ha extendido un poco más este año porque no ha habido lluvias y eso ha contribuido a que todavía algunas familias sigan recolectando, aunque ya hay muy poca”, ponderó.
Pero aún así, continuó, hay algo de beneficio porque cuando llueve mucho la fruta se pudre y ahorita todavía están saliendo a vender a la Carretera Internacional, en el Oasis, aunque algunos más se trasladan hasta Hermosillo, pero tienen más gastos.
Cada pitahaya es comercializada a razón de 10 pesos la pieza, para que no les regateen y se venda rápido, ya que es mucho el trabajo realizado, desde la ‘mañaneada’, la recolecta, la limpiada, el traslado y la vendimia.
“La temporada sólo dura alrededor de dos meses, pero cuando menos esas familias cuentan con ese sustento, aunque para el próximo año ojalá y mejore la situación porque no se mira el panorama muy halagador”, expuso.
Al preguntarle por qué se le considera a Carbó como la capital de la pitahaya, Peralta Fontes contestó que la diferencia con el fruto de otras regiones, incluso del Norte de Sinaloa, radica en su sabor.
Es la capital de la pitahaya porque tenemos un suelo prodigio que hace que este tipo de fruto silvestre tenga un sabor singular. Cada temporada muchos hermosillenses, incluso de otros municipios más al Norte y visitantes de Estados Unidos buscan este fruto porque es un manjar del cual se elaboran muchos productos deliciosos y hasta postres”, externó.
SUSTENTO DE FAMILIAS
- Son alrededor de 80 familias carboenses que subsisten de la recolección y venta de la pitahaya desde mediados de junio hasta julio, pero este año se ha extendido la temporada hasta agosto porque no ha llovido ya que cuando llueve el agua pudre el fruto.
- En promedio cada familia, de varios integrantes, recolecta desde muy temprano alrededor de 150-200 pitahayas (diariamente); unos las pizcan y quitan espinas, otros las venden.
Fuente: El Imparcial.