Donald Trump sustituyó el retrato de Barack Obama por una pintura suya con el puño en alto tras un atentado.
El expresidente Donald Trump llevó su rivalidad con Barack Obama a un nuevo plano simbólico al reemplazar el retrato del exmandatario demócrata en la Casa Blanca con una imagen propia.
La pintura, colocada cerca de la escalera principal del edificio, muestra a Trump con el rostro ensangrentado y el puño en alto, rememorando el atentado que sufrió durante un mitin en julio en Pensilvania.
El nuevo retrato fue revelado por la presidencia estadounidense a través de su cuenta de X (antes Twitter), con el mensaje: “Una nueva obra de arte en la Casa Blanca”. La escena del cuadro recuerda una fotografía de Associated Press que se volvió viral y que simbolizó la resistencia de Trump tras el ataque.
El retrato de Obama, que fue colocado en el vestíbulo en 2022 durante el mandato de Joe Biden, fue movido apenas unos metros. Sin embargo, el cambio ha provocado reacciones encontradas. El director de comunicación de la Casa Blanca, Steven Cheung, respondió en X a una crítica con un escueto:
“Cállate, idiota”, tras explicar que el retrato de Obama “no fue retirado, solo reubicado”.
En la tradición presidencial, los mandatarios suelen preservar los retratos recientes, sin alterar drásticamente la disposición de los anteriores. Esta decisión de Trump rompe con esa costumbre y subraya su enfoque disruptivo.
La escena viral tras el atentado
La imagen elegida para el retrato fue captada por un fotógrafo de AP, y muestra a Trump inmediatamente después del atentado que casi le cuesta la vida.
El entonces candidato presidencial levantó el puño ensangrentado como símbolo de fortaleza, gesto que rápidamente se volvió icónico entre sus seguidores.
Este cuadro busca reforzar la narrativa de supuesta resiliencia y heroísmo de Trump, consolidando su imagen en un espacio tan cargado de significado como la Casa Blanca.
Rivalidad entre Trump y Obama
La enemistad entre Trump y Obama se remonta a los inicios políticos del primero, cuando puso en duda públicamente la ciudadanía estadounidense de Obama. Aunque inicialmente fue ignorado, Obama terminó respondiendo con dureza, e incluso con sarcasmo, a los ataques del republicano.
Además del retrato, Trump mandó instalar en la salida del Despacho Oval una copia enmarcada de su foto policial tomada en Georgia, tras ser imputado por intentar alterar los resultados de las elecciones de 2020.
Fuente: Excelsior